lunes, 28 de julio de 2008

Vicente Benjamin Sandoval Quezada


Este pequeño de la foto creo que es la mejor persona que he conocido en mi vida, y lo voy a contar de una forma súper egoísta y lo reconozco absolutamente.
Vicente, o el Chichi (como le decíamos cuando era muy pequeño), nació un día Domingo 14 de Septiembre del año 1997. Este pequeño concluyo nuestro clan de 4 hermanos junto con Verónica, Sebastián y Camila (yo).
Este niño nos trajo a la familia muchas alegrías, hermosas y comiquísimas historias, una vida menos tranquila, ya que ahora las niñas no sólo debían cuidar al Tatán, sino al Chichi también, pero fue algo de lo que no me arrepiento ni nunca lo haré.

Lamentablemente, unos años después de su nacimiento, nuestra mamá Isabel y su papá Sebastián, tuvieron problemas, que en realidad mejor no vale la pena recordar, pero nuestra mamá volvió a quedarse sola, sólo que esta vez, o eramos dos sus hijas, sino 4, dos niñas y dos niños. Fue una etapa muy complicada, claramente una mujer que se queda sin esposo, le cuesta recuperarse, y a mi mamá no era primera vez que le sucedía, pero nosotros aún eramos chicos, es decir, tampoco entendíamos mucho lo que pasaba, pero la Verónica y yo tratabamos de cuidar todo lo que pudieramos a los niños, y al mismo tiempo de acompañar a mi mamá.

Verónica siempre tuvo más afinidad con el Tatán, supongo yo que porque la Verónica era la niña más grande, y el Tatán el niño más grande, y yo al mismo tiempo, siempre encontré mayor afinidad con el Vicente. Por ahí encontre en el colegio una amiga muy especial, de la cual nunca me voy a olvidar, la Paloma. Ella me acompañó en todo momento, yo vivía en su casa, y cuando no, ella vivía en la mía. Eramos tan amigas, que el Vicente estaba practicamente enamorado de ella jajaja, incluso una vez dijo que se casaría con ella algún día.

La verdad es que nos llevabamos por 6 años de diferencia, pero yo era aun muy pequeña, incluso era como mi juguetito el Vicente, claro que en el buen sentido, lo llevaba a todas partes, juagaba con él, incluso lo mandaba como si fuese mi propio hijo. Pero eramos hermanos, y como tales, cuando peleabamos era terrible, cual de los dos más idiotas, pero nos queríamos mucho, así que después de un rato, como con cualquiera de las peleas con mis hermanos, hacíamos como si nada hubiese pasado, porque no podíamos estar más de dos horas enojados.

A principios del año 2002 recuerdo que el Tatán vistió al Vicente con su uniforme del colegio, y como ningún otro niño que yo conozca, el Vicente estaba feliz porque sólo le quedaba un año para entrar al colegio, le encantaba esa sensación. También me acuerdo del día Lunes 19 de Agosto del año 2002; yo tenía 11 años, y en esa época estaba de moda el axé si no me equivoco, bueno, ese día yo estaba viendo tele, estaba viendo Mekano y Viñuela en un momento dice que el coreógrafo "Negro Said" había fallecido. Yo me sorprendí harto con esa noticia pero no sé por qué, lo encontré muy triste. Unos minutos después llega al lado mío el Vicente y me pregunta qué me pasa, y yo le dije ke había fallecido un bailarín que salía en la tele, frente a esto el Vicente de una extraña forma me abraza y se ríe, y en eso me dice que no me preocupe porque ese hombre estaba bien, que estaba en un lugar mejor del que estábamos nosotros. Esto que me dijo, en ese momento no me sorprendió que me lo haya dicho, sin embargo, sí es extraño que un niño de 4 años le diga eso a una niña de 11.

Cuatro días después de aquello que me dijo del bailarín, estabamos en la tarde viendo tele, yo ya habñia salido del colegio, la Verónica también, pero el Tatán seguía en él. El Vicente no me acuerdo por qué no estaba en el jardín, pero nos quedamos esa tarde viendo tele los dos. Después de un rato no me acuerdo por qué pero empezamos a discutir, creo que fue porque yo quería cambiar la tele, pero él quería ver "Zoboomafoo". La pelea cada vez se fue poniendo más tensa, nos pegamos nos dijimos cosas horribles, y el lloraba y yo me reía. Mi mamá se enojó, me dijo que me fuera a ver tele a su pieza, y se llevó un rato al Vicente a la casa de los abuelitos, despues llegó más tranquilo, y se quedó en el living viendo su programa y después, bueno, después pasó lo que nunca debió pasar.

Ese día, el día Viernes 23 de Agosto del año 2002, es un día que jamás olvidaré, sufrí lo que no le deseo a nadie en este mundo que sufra. No es justo que un niño, un angelito como él, que no lo hizo daño a nadie, que trajo al mundo una alegría inmensa que sólo quería compartir, nos lo quiten de un día para otro, además la forma en que sucedió fue asquerosa, me da miedo el sólo pensar que a otra persona le pueda pasar eso, sufro al saber los minutos esos en que sufrió él, sufro al pensar en cómo lo vivió mi mamá, cómo lo vive el Tatán que en ese año tenía 6 años, era muy pequeño, y nadie le podía explicar cómo en realidad fue porque creo que no lo podía soportar.

Eso que me dijo el Vicente del bailarín, aunqe en ese momento no le di importancia, nunca lo he olvidado, muy poca gente se debe acordar de ese día, porque en realidad era súper irrelevante en la vida de nosotros, pero fue algo que me marcó a mi, y esas palabras fueron una de las muchas que me dijo que me enseñaron muchas cosas, en realidad no se si me ha enseñado más cuando estaba conmigo o desde que ya no está, pero la persona que soy hoy en día se la debo a mis papás, pero en gran parte a lo que me ha hecho vivir y sentir aquel pequeño hasta el día de hoy.

Todos los días del año debo levantarme a vivir un nuevo día, muchos de los cuales no me gustan, este año me ha costado llevar mi vida de una forma tranquila, siento que no ha habido ni un sólo día del año en que haya descansado, son tantas cosas que dan vuelta por mi cabeza, que me han llevado a hacer y decir cosas increíblemente estúpidas, de hecho les agradezco taanto a dos de mis amigas con las que pude desahogarme y contarles un poco lo que me estaba pasando, porque gracias a ellas estoy aquí hoy día escribiendo esto. Me cuesta no ver al Tatán, lo extraño, a mi mamá también, me cuesta mucho llevar una relación con ella, pero yo la adoro y la admiro por esa fuerza increíble que ha tenido para llevar su vida.

Pero a ese niño, a ese Vicente o Chichi, nunca lo voy a olvidar, nunca lo he olvidado, sé que él aún está conmigo, que me quiere, que hace que me acuerde siempre de él, y le agradezco con mi vida el que haya existido. Me enseñó a ser la persona que soy, y sé que él es quien me permite tener esos momentos felices que a veces tienen mis días. Ya han pasado 5 años y 11 meses desde aquel día, estamos entrando al mes de Agosto, un mes que me hace sufrir, no es EL mes en el cual me acuerdo del Vicente, pero sí es el mes en que me acuerdo del día en que murió, me deja la conciencia intranquila, me dejan los sentimientos de culpa y no soy una persona feliz, sin embargo miro a mi al rededor y agradezco todo lo que he vivido estos 17 años, y son sólo dos cosas de las que me arrepiento en mi vida. En resumen, lo que quiero decir es que, ese niño es lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida, que lo amo y que vivo todos los días de mi vida por él, y no espero que nadie me entienda ni me comprenda, porque ese es uno de los pocos sentimientos felices y orgullosos que llevo en mi vida.